Facilitación: ¿es una buena palabra?
Facilitación: es simplificar, ayudar. Facilitación significa literalmente "simplificas el proceso". El proceso de gestión de la organización, el proceso de la negociación, el proceso del debate en equipo, de reuniones, webinarios: de cualquier proceso de trabajo en el que participen más de 3 personas.
La facilitación, es un juego completo de herramientas que permiten encontrar una solución a cualquier situación en los negocios, que se parece a un callejón sin salida. La función del facilitador es liderar. Si has trabajado en equipo o actuaste en el rol de líder, seguramente y en varias ocasiones, hubo momentos en los que sentiste el deseo de decirle a otro participante: ya que eres tan inteligente, vé y házlo tú mismo. O un momento así: notaste en el equipo a una persona con mucho talento, casi un genio, pero comprendiste que no tenía idea de lo que es "vender" sus ideas y no tenía habilidades de comunicación. Es así que facilitar es dar libertad de decisión, "dejar hacer" al equipo, no interferir en la autoorganización, sino dirigir este proceso, aumentar el involucramiento de todos, en base a la confianza en el proceso mismo.
Cualquier proceso laboral tiene contenido y forma. El contenido son los "demasiado inteligentes" o los demasiado callados, los líderes natos o los artistas independientes. En una palabra: personas reales, con sus pros y contras, con los que hay que lidiar todos los días. La tarea del facilitador es dar forma a ese contenido.
La facilitación llegó a los negocios desde la psicología. Desde 1989 existe la Asociación Internacional de Facilitadores, y a lo largo de los años de existencia, sus expertos han desarrollado muchos enfoques que permiten "modernizar" los procesos en los negocios y hacerlos de forma tal que respondan a las actuales necesidades actuales de la sociedad. Uno de los pedidos es el rechazo al totalitarismo. Hoy en día, no es necesario establecer límites rígidos al trabajar en equipo, nadie encaja en ellos. Un enfoque democrático es más eficiente y económicamente más rentable. Hoy cada persona quiere sentir su importancia. Y tenemos que dársela para aumentar la motivación y el involucramiento de todos los participantes del equipo.
¿Parece difícil? ¡Pero es fácil! Mira cuán simples son los enfoques que utilizan los facilitadores.
• Desconferencia (barcamp). Implica el rechazo de las normas tradicionales y el código de vestimenta. En una conferencia tradicional, la pausa para el café es solo un descanso entre las partes oficiales del programa, mientras que en una desconferencia, ésta es la parte principal del programa. Conversaciones, networking, debates vivos. No hay una división clara entre los ponentes y los oyentes, no hay discursos preparados. La desconferencia se puede realizar como un evento independiente o como parte de un formato de evento más estándar. Su evento, sus reglas.
• Café del Mundo. El equipo o comunidad se divide en grupos. Si se trata de un evento presencial, los grupos se sientan en mesas, como en un café. En cada grupo, el facilitador anota las ideas que van surgiendo en el proceso de la conversación. Luego los grupos se cambian de mesas. Cada grupo complementa las ideas del otro grupo. El resultado es un tema resuelto, teniendo en cuenta las opiniones de todos los integrantes del equipo.
De esta forma, la facilitación es cuando todos reconocen desde un inicio que están tratando con personas inteligentes, activas e involucradas, que pueden asumir responsabilidades, en quienes se puede confiar. Y la tarea del líder-facilitador es organizar el proceso de trabajo de manera tal, que cada uno sienta que toma una decisión propia, reservándose el derecho de aconsejar. Los principios básicos de la facilitación son: tolerancia, empatía, atención, optimismo y confianza. Si estos son tus principios en el trabajo en equipo, entonces ya eres un facilitador y tienes el potencial para sacar a tu equipo de cualquier situación difícil.