Viktor Arestov: la prueba de "Slavyanka" en la Universidad de Bolonia

Viktor Arestov: la prueba de "Slavyanka" en la Universidad de Bolonia

Viktor Arestov contÓ sobre las pruebas del motor rebobinado en el sistema "Slavyanka", realizadas en la Universidad de Bolonia en setiembre de 2013.
La elecciÓn de la Universidad de Bolonia fue condicionada, por la cooperaciÓn de Viktor tenía en aquél entonces con sus socios de MÓnaco.

Ante Viktor se planteÓ la tarea de crear un motor para buggies eléctricos sobre la base de la tecnología “Slavyanka” y realizar una prueba comparativa con un motor para buggies eléctricos, desarrollado en la Universidad de Bolonia. El motor estándar, hecho específicamente para el buggy, pesaba 54 kg y tenía un rotor de cobre.
Para probar la tecnología “Slavyanka”, se eligiÓ el motor AEG de 4 polos, de dimensiÓn 100, 3 kW, con un coeficiente de rendimiento del 86% y una clase de eficiencia energética de IE2. Un motor industrial comÚn con un peso de 27 kg con rotor de aluminio.
SegÚn los cálculos de Viktor, estos parámetros eran suficientes para obtener la potencia requerida de 11 a 12 kilovatios y obtener un momento de más de 100 Nm.

El objetivo de la prueba era mostrar no solo las características de potencia del motor con el "Slavyanka", sino también el ahorro en el consumo de energía.

Durante las pruebas, se utilizÓ un controlador desarrollado en la universidad, que sincronizÓ perfectamente con el motor rebobinado de acuerdo a la tecnología de Duyunov.

Las pruebas se realizaron en tres modos diferentes:
• Nominal 135 A
• 270 A
• 350 A

Como resultado: al motor modificado le faltÓ 1 kW de potencia nominal y 1 kW de potencia máxima. El motor anterior del buggy eléctrico dio 20 kW de potencia a 350 amperios y el industrial comÚn, 19 kW.
Las diferencias también se vieron en los índices del coeficiente de rendimiento: el motor del buggy eléctrico fue de 91%, el del motor industrial comÚn modificado en el “Slavyanka” fue de 89%.

Como reconociÓ el propio Arestov, su elecciÓn de motor para la prueba no fue del todo correcta. Para lograr los resultados planificados, debiÓ elegir un motor no de dimensiÓn 100, sino de dimensiÓn 112, con una potencia de 4kW mayor.
Sin embargo, vale la pena tener en cuenta que la diferencia en el peso de los motores era casi del doble, y el motor especial para los buggies eléctricos tenía un rotor de cobre, al tiempo que el rotor del motor modificado era de aluminio (cambiando el rotor de aluminio a uno de cobre, se puede aumentar el coeficiente de rendimiento en un 2-3%).
¡Y mismo así, el motor modificado con un peso de 27 kg mostrÓ prácticamente los mismos parámetros que el motor original especialmente diseñado con un peso de 54 kg!

Aquí puede conocer los informes de esta prueba - https://clck.ru/GQgTM

Viktor reconoce que esta prueba fue importante no solo para la Universidad de Bolonia, sino también para él personalmente. En definitiva, él apenas estaba familiarizándose con la tecnología y quería una vez más asegurarse activamente de su efectividad. Fue la prueba de Bolonia la que estimulÓ a Viktor Arestov a dedicarse a la tecnología con mayor intensidad.

Después de todo, quedÓ absolutamente claro que si en un motor industrial comÚn con un rotor de dudosa calidad, la tecnología permitiÓ obtener resultados decentes, quiere decir que el desarrollo de motores especiales sobre la base de un buen “metal” en el marco del laboratorio mostrará un resultado ¡más que excelente!

Arestov señala que en aquél entonces, hace 6 años, quedÓ impactado por el equipamiento y la informatizaciÓn del laboratorio.
Por cierto, hoy el laboratorio de proyectos en Zelenograd está equipado con equipos aÚn más nuevos y más desarrollados.