50.000 rublos, ciudadanía rusa y el deleite de Faraday: la historia del primer "barco eléctrico" del mundo
Entre la creación de una invención y su implementación en la práctica pueden pasar varias décadas. La historia del primer motor eléctrico útil en la práctica, es un ejemplo inverso y una clara ilustración de que el pensamiento científico y de la ingeniería no conoce fronteras.
De origen judío, alemán por su formación y ruso de corazón, el destacado físico e ingeniero eléctrico Boris Jacobi se basó en los descubrimientos de sus colegas y predecesores ingleses: Faraday, Barlow y Henry.
Antes de la invención de Jacobi, existían dispositivos eléctricos de baja potencia específica con movimiento alternativo o basculante del ancla. El inventor escribió sobre uno de ellos: "Un dispositivo así, no será más que un juguete divertido para enriquecer los laboratorios de física, no se podrá aplicar a gran escala con algún beneficio económico..."
Jacobi quería desarrollar un motor eléctrico más potente con la posibilidad de su aplicación práctica. En 1834, creó el primer motor eléctrico del mundo con eje de rotación directa. El motor de Jacobi estaba compuesto por dos grupos de electroimanes. El cambio alterno de las polaridades de los electroimanes móviles ocurría con ayuda de un conmutador especial. El mismo principio se utiliza en los modernos motores de tracción con conmutador, que se utilizan, por ejemplo, en locomotoras de ferrocarril.
La potencia del motor de Jacobi era de 15 W a una frecuencia de rotación del rotor de 80-120 rpm. Levantaba una carga de 4–5 kg a una altura de unos 30 cm por segundo, funcionaba con baterías galvánicas y en ese momento era el dispositivo eléctrico más perfecto. En medio año, el invento de Jacobi se volvió ampliamente conocido y reconocido en el mundo científico.
Al año siguiente, el profesor fue invitado a dictar clases en Rusia. Al poco tiempo, el gobierno zarista le ofreció organizar una serie de experimentos para equipar embarcaciones marinas con motores eléctricos. Jacobi obtuvo la ciudadanía rusa y se convirtió en miembro de una comisión especial para la construcción de un "barco eléctrico". Para el proyecto, el tesoro estatal asignó una cantidad fabulosa para aquellos tiempos: 50.000 rublos.
Los experimentos se realizaban en un barco de 8 metros de eslora, que necesitaba un motor más potente. Por ello Jacobi crea una segunda versión de su motor: de mayor dimensión y con estator doble. Sin embargo, la potencia de 120 W sigue siendo insuficiente y él modifica el concepto, haciendo que el motor sea más compacto. Como resultado, Jacobi ensambla cuarenta de estos motores en dos ejes paralelos verticales, que se conectaban a las ruedas de paletas del "barco eléctrico".
En 1838, comenzaron los largos meses de pruebas del "barco eléctrico" en el río Neva. La máquina transporta a 14 pasajeros contra la corriente a una distancia de 7 km a una velocidad de hasta 4 km/h. Los motores se alimentaban de 320 elementos galvánicos de zinc-platino que pesaban 200 kg, por lo que la potencia de la hélice llegó a los 550 vatios.
Este es el primer medio de transporte de personas y mercancías con tracción eléctrica probado con éxito en el mundo. En los medios de información y entre los científicos aparecieron críticas muy entusiastas. El propio Michael Faraday envió una carta personal a Boris Jacobi, en la que le escribe sobre el sueño de instalar tales motores eléctricos en los transatlánticos.
Sin embargo, Jacobi calculó que los barcos grandes requerirían demasiada potencia y baterías gigantes. "Actualmente, la energía química es más cara que la energía mecánica", constató con pesar el profesor. Debido a la inconveniencia económica, en 1842 se detuvieron los trabajos para la creación del "barco eléctrico", y Jacobi pasó a otros proyectos no menos significativos, convirtiéndose, entre otras cosas, en el fundador de la galvanoplastia.
En el siglo 21, no podemos imaginar la vida sin motores eléctricos. El invento de Jacobi está en los orígenes de nuestra "civilización eléctrica". Y a la vanguardia en el desarrollo de motores eléctricos hoy en día está la tecnología "Slavyanka" y la empresa "Sovelmash".