El crowdinvesting va ganando popularidad en el mundo

El crowdinvesting va ganando popularidad en el mundo

El mundo cambia y se torna cada vez más abierto. Se van borrando las fronteras artificiales, surgen nuevas oportunidades, van desapareciendo las formas obsoletas de interacción entre las personas. 
En las últimas décadas, ha quedado en evidencia que uniendo fuerzas, los objetivos pueden ser logrados más rápido. Las personas organizan flashmobs, recaudaciones benéficas, firman peticiones y lanzan proyectos conjuntos. Y a todos estos hechos se le adjudican nuevos nombres: crowdsourcing, crowdwouting, crowdfunding, crowdrecruiting, crowdinvesting. 
Cualquier hecho cuyo nombre comience con la palabra “crowd” (multitud) significa que a usted los están invitando a ser parte, que usted puede influir en algo. 
 
El crowdinvesting (inversión participativa), es una herramienta mediante la cual, a fin de poner en marcha un proyecto o empresa, se atraen las finanzas de los microinversores. En Rusia, durante mucho tiempo este fenómeno no fue analizado por separado del crowdfunding. Sin embargo, tienen una diferencia esencial: el crowdfunding es una recaudación de fondos sin ningún tipo de retribución, mientras que con la inversión participativa, los inversores reciben su parte de las ganancias cuando el proyecto/empresa/fábrica comienza a generarlas. 
 
Cualquier persona, mismo si se considera lejos del crowdinvesting, ha participado en recaudaciones colectivas. Las escuelas recaudan dinero para cubrir las necesidades colectivas, los servicios comunitarios obligan a todos a participar en proyectos tipo "puerta nueva", "plazoleta infantil", "ascensor", la misteriosa "reparación general" o algo parecido. 
Pero directamente, el crowdinvesting realmente nació en Australia. Allí, en el año 2004, apareció la primera plataforma de crowdinvesting. En los años siguientes esta herramienta fue apreciada en Europa y en todo el mundo. En el 2012, por ejemplo, se lanzó la primera plataforma de crowdinvesting de capital en el Reino Unido. En ese mismo año, Barack Obama firmó un documento que permitía invertir a los residentes comunes de EE. UU., y no solo a los inversores profesionales. 
En Rusia, en el año 2020 entró en vigor la Ley Federal que regula la relación entre inversores y fundadores de empresas, la "Ley sobre el Crowdinvesting". Y actualmente, las personas que aportan dinero en el proyecto, están cualitativamente más protegidas. 
 
Las empresas o plataformas de crowdinvesting son las responsables por la selección y fiabilidad del proyecto en el que invierten en forma de inversión participativa. Ellas asumen la parte legal del tema y son responsables del pago de las remuneraciones. Algunas empresas, como por ejemplo, SOLARGROUP, también asumen las actividades de promoción informativa de los proyectos y la divulgación de los desarrollos científico-tecnológicos que son beneficiosos para el medio ambiente. Esto facilita la tarea de los inversores, hace que las inversiones sean asequibles para cualquier persona de cualquier nivel social, y también hace que la idea sea atractiva.
 
Todos conocen las historias de inversionistas con visión de futuro que en su momento invirtieron en Amazon, Apple, WhatsApp y ahora tienen excelentes ingresos pasivos. Este éxito quiere se repetido por muchos. Pero proyectos prometedores que auguren utilidades a todo el mundo, no aparecen tan a menudo. Los proyectos científico-tecnológicos, similares al de "Motores de Duyunov" son excepciones. Y el crowdinvesting permite que todos aprovechen esta oportunidad, prácticamente sin riesgo. 
 
El crowdinvesting tiene sus pluses, que como fenómeno, lo distinguen de otras formas de inversión:
•  ganancias ilimitadas en el futuro: el proyecto puede traer mucho más de lo que el inversor esperaba al invertir;
•  bajo umbral de entrada: para invertir y luego obtener ganancias, no se necesitan grandes sumas de dinero;
•  ausencia de burocracia - todo sucede en línea: acuerdo de inversión, inversiones, pagos;
•  facilidad en las transacciones financieras: puede utilizar cualquier sistema de pago en cualquier moneda. 
 
El crowdinvesting se está convirtiendo en un instrumento financiero independiente y tiene enormes perspectivas, ya que satisface plenamente las actuales necesidades de las personas en sumar recursos y esfuerzos para lograr el bienestar común. Y lo que más importa: brinda a la gente la posibilidad de influir en su futuro y decidir por sí mismos cómo lo quieren ver.