Inversiones a las apuradas: 3 historias de inversión "en otra cosa"

Inversiones a las apuradas: 3 historias de inversión "en otra cosa"

A veces el destino de millones de dÓlares se decide por error. Por ejemplo, en la bolsa de valores estadounidense los inversores pueden entreverar los nombres de las empresas y sin querer invertir en negocios con nombres parecidos. Parece tonto, pero en los Últimos 6 años hubo varias situaciones de esta índole. Hoy les contaremos sobre tres de ellas.

Tweeter en lugar de Twitter
En otoño del 2013 los representantes de la red social Twitter anunciaron que cotizarían en la bolsa de valores de Nueva York. Planeando atraer USD1 mil millones, los gerentes de la empresa evaluaron el valor total de las acciones de Twitter en USD12,8 mil millones. La expectativa generada fue tal, que nublÓ la mente de los inversores que no leyeron, que recién se estaba planificando hacer la colocaciÓn primaria de las acciones. Se lanzaron a comprar valores y encontraron un objetivo digno: las acciones de Tweeter — una red de tiendas de productos de electrÓnica en bancarrota, que en ese momento cotizaban en el mercado OTC por USD0,007 cada una. El ticker TWTRQ parecido y el nombre de similar sonido, le jugaron una mala pasada a los apresurados inversores: el 4 de octubre de 2013, ellos compraron 14,3 millones de acciones de Tweeter, cuyo precio se multiplicÓ por 21 veces, llegando a valer USD0,15 la unidad. Más tarde los inversores se dieron cuenta de su error, y hacia el final de la jornada el precio cayÓ a 5 centavos. El aumento del valor de los valores fue de 685% en un día. Al mes siguiente en la bolsa de valores apareciÓ el Twitter original, para el cual la venta de acciones significÓ un ingreso de USD1,8 miles de millones. Nunca más nadie invirtiÓ en Tweeter.

Nestor en lugar de Nest Labs
Cuando en enero de 2014, Google anunciÓ que compraba por USD3,2 mil millones la empresa Nest Labs, desarrolladora de electrÓnica para casas inteligentes, muchos traders quisieron comprar sus acciones a la espera de un aumento en su cotizaciÓn. El ticker NEST les pareciÓ el correcto y, sin dudarlo, empezaron a comprar los valores. Más tarde resultÓ ser que las acciones adquiridas pertenecían a la empresa privada Nestor - desarrollador del sistema de control de tráfico, que cumplía trabajos por encargo del estado. La empresa quebrÓ en el 2009 y para aquél momento tuvo tiempo de vender sus activos. La demanda inesperada provocÓ el encarecimiento de las acciones de Nestor en 1900%, pero enseguida se volvieron a abaratar. Como resultado fueron quitadas de la bolsa de valores, para no confundir a los inversores.

Zoom Technologies en lugar de Zoom Video
El 18 de abril del año 2019 Zoom Video Communications -servicio estadounidense de video comunicaciÓn-, realizÓ una IPO (oferta pÚblica inicial) en la bolsa de valores NASDAQ. El precio de colocaciÓn comenzÓ en USD36, llegando al final del día a los USD62; el crecimiento diario fue de un 72%.
Mientras tanto el valor de las acciones de Zoom Technologies, pequeño fabricante de equipos de telecomunicaciones, en el marco de las noticias sobre la IPO de Zoom Video, también comenzÓ a crecer. Sus cotizaciones alcanzaron la cima el 15 de abril, cuando su valor saltÓ de USD0,005 a USD5,5. El crecimiento fue de 1100%, y la capitalizaciÓn de la empresa alcanzÓ los USD8 millones. Luego el valor de las acciones descendiÓ hasta USD1,4.
Los inversores de Zoom Video hasta el día de hoy se sienten bien: desde aquel entonces los valores de la empresa han aumentado hasta los USD71. Dicho sea de paso, el precio de las acciones de la empresa china Zoom Technologies tampoco cae: medio año después, mantiene el nivel de precio en USD2,55 por unidad. El culpable de ello es el ticker de la bolsa de valores ZOOM, que los inversores confunden con el nombre de Zoom Video y, por ello, continuan comprando de buena gana.

Es obvio, que este tipo de situaciones ocurren solamente con inversores sin experiencia, que no comprenden lo suficientemente bien las abreviaturas de la bolsa de valores. Pero esta historia tiene otra moraleja: invierta en proyectos bien estudiados, sobre los cuales conoce cada detalle: desde la composiciÓn del equipo y la cantidad de patentes obtenidas hasta la denominaciÓn legal exacta y el valor de sus valores.