¿Existe la mentalidad inversora?
En la ciencia: no. La mentalidad del inversor no se diferencia en nada de la mentalidad de cualquier ser humano. No obstante, muchos autores y blogueros denominan la mentalidad de un inversor como la mentalidad de una persona exitosa y la contraponen con la mentalidad de una persona común.
¿En qué se basa esta contraposición? En una gran cantidad de investigaciones sobre el comportamiento financiero de la gente. Los resultados de estas investigaciones muestran claramente lo que está en la base del bienestar: la educación financiera y la cultura de inversión. ¡Tanto una cosa como la otra puede ser dominada por cualquier persona!
Existen suficientes y diversas herramientas de capacitación. La persona, al conocerlas, puede pensar: qué gran diversidad de principios, cuántas cosas debo cambiar en la vida: ¿acaso, no puedo simplemente vivir y disfrutar?
¡Bingo! Si la persona llegó a pensar así, ya está en el buen camino a su éxito financiero. Porque el primer principio de la mentalidad inversora es:
1. El dinero es simplemente una herramienta.
Una herramienta para lograr los objetivos propios, que permite generar y multiplicar valor, permitiendo sentir satisfacción. El dinero de por sí no debería generar fuertes emociones, no es una meta, ni motivo de miedo. Mayor cantidad de dinero, significa más oportunidades para que uno y sus seres queridos puedan darse gustos en la vida, para realizar lo que uno desea, sentirse libre y protegido, para ocuparse de si mismo y de los demás, para mantenerse sano.
El dinero, al igual que una persona, no existe en el vacío. El ser humano se mueve simultáneamente en varios ámbitos de la vida, no solo en el financiero. Y una persona exitosa comprende que un ámbito depende del otro. Por ejemplo: Es imposible, distribuir correctamente las finanzas, pero no hacer lo mismo con el tiempo. Vale la pena aprender a distribuir correctamente todos sus recursos: ¡ese es el camino a la prosperidad!
El primer principio parece ser obvio. Pero no todos los ven así, en el ambiente financiero son muy comunes el miedo y los dramas. Y muchos dejan de percibir el dinero como algo que les ayuda a ser felices y, por miedo a perder sus inversiones cometen errores y exigen un rápido retorno. Ahora mismo, tan solo respondiendo a dos preguntas, usted puede ponerse a prueba y ver si tiene la mentalidad de una persona pobre:
• ¿Exige un rápido retorno de su inversión?
• Al invertir, ¿usted tiene en cuenta los riesgos? y ¿no se angustia si hoy perdió porque sabe que mañana ganará más?
Entonces, un inversor puede tener cualquier número cantidad de principios: 100, 10, 6. Pero basta con tener solo dos para comenzar a pensar como una persona exitosa: estos principios incidirán en todas las áreas de la vida. Ya aclaramos el primero: ¿cuál es el segundo?
2. El trabajo no es el camino a la libertad.
A la libertad financiera. A John Rockefeller, primer multimillonario en dólares de la historia, se le atribuye la frase: "La gente pobre no se convierte en rica, porque trabaja todo el tiempo". La mayoría de la gente piensa justamente así: cuanto más trabaje, más dinero ganaré. Y solo tienen mucho dinero quienes nacieron ricos o se dedican a algo ilegal.
La gente pobre no considera su tiempo como un recurso valioso. El inversor piensa diferente: aprende a tener tiempo libre, ya que para él es un recurso. Libere para sí este recurso, y encontrará tiempo para estudiar formas totalmente legales de obtener mucho dinero. La inversión es una de ellas. Combinar los ingresos pasivos y hacer lo que más le gusta: es un sueño que cualquier persona puede hacer realidad.
Como vemos, no hay nada complicado en la forma de pensar de una persona exitosa. No es necesario quebrar artificialmente nada en si mismo, por el contrario: se puede ser feliz y cambiar fácilmente la mentalidad al sentir que es digno de la felicidad.
Que este se convierta en el principal principio de su vida. ¡Usted es digno de ser feliz!